El proyecto consistía en trasladar la actividad de un local alquilado a otro en propiedad. Los clientes necesitaban el máximo de gabinetes, por el número de profesionales sanitarios y especializades pertenecientes a la actividad, que llevaban desempeñando durante años. Disponíamos de planta baja, entreplanta y una pequeña planta sótano, conectadas mediante dos escaleras de caracol de los años 80.

Una de las escaleras la anulamos por necesidad, no por deseo, para conectar la planta baja con la entreplanta de uso general y paso de pacientes. El local, en su naturaleza previa, presentaba alturas insuficientes y logramos alcanzar los 2,5 m de altura mínima en las áreas deseadas, excavando mínimamente, solo de esta manera pudimos dotar al centro de 7 gabinetes dentales con dos áreas de esterilización.

Debimos hacer intervenciones estructurales importantes, para conseguir los resultados esperados y poder habilitar espacios de uso para pacientes. La resultante de dar solución a toda esta problemática técnico-estructural nos llevó a la unidad espacial buscada, haciendo comprensibles las circulaciones del proyecto y dotándolo de una belleza espacial evidente e innata, presente en la morfología inicial del inmueble. Quisimos evocar a la madera como elemento de fusión en esta unidad espacial, incluso restaurando una de las escaleras de caracol de los años 80 y recuperando ese carácter, que con el paso de los años había perdido. La belleza de este elemento, era tal, que no pudimos evitar que su presencia y relevancia, debiera formar parte del resultado final del proyecto de conjunto.